Atributos del Monasterio

Las tareas y atributos del Monasterio son nuestras estrellas guía.
Iluminan nuestro camino, nos revelan los pasos a dar y nos orientan en la tarea de tornar sagrada la vida. 

Sabemos que a partir de nuestra propia transformación podemos ayudar en la transformación de todo lo que nos rodea, y que el ejemplo vale más que las palabras.
De esa manera, en el silencio de nuestro ser buscamos ver la esencia en todas las cosas, y realizar ahora lo que muchos dejan para el futuro.

Ser miembro del Monasterio significa dejar que nos impregne la verdad interior;
significa aspirar a una vida pautada por propósitos superiores y querer ser lo que en realidad somos.
Significa, en fin, dejarnos vivir por el Espíritu infinito que todo lo anima.

 

  1. Como simiente, no sólo romper la propia cáscara, sino también perforar el suelo.
  2. Expresar la Voluntad, aun en las etapas de transición.
  3. Ampliar los límites y arrancar las rocas que no se pulen solas.
  4. Reverenciar perpetuamente.
  5. En la simplicidad, llegar a la Esencia.
  6. Reconocer el impulso que lleva a la Realidad.
  7. Buscar, primero, la Fuente de Vida, y dejar que el Regente coordine tu ser.
  8. Construir las bases, levantar las paredes y, entonces, entregar la Nueva Morada.
  9. Trabajar y vivir en soledad, teniendo como única fuente de impulso al propio mundo interior.
  10. Ni castigarse, ni tenerse autocompasión, ni autocomplacencia.
  11. Estar en el lugar correcto y colaborar con las Jerarquías.
  12. Tener al Eterno como única Verdad.
  1. Despertar al Universo que guarda nuestro interior.
  2. Cruzar los Portales del Gran Templo.
  3. Delante de la llama del Espíritu, encontrarse en la morada de los puros.
  4. Preservar los impulsos cósmicos para la elevación.
  5. Estar totalmente dispuesto a transformarse.
  6. Percibir la Gran Consciencia.
  7. Dejarse marcar por el Encuentro Mayor.
  8. Expresar ceremonial y ritmo de manera cada vez más impersonal.
  9. Descubrir la libertad en el cumplimiento obediente de cada etapa.
  10. Jamás retroceder.
  11. Ser portador de la realidad inmaterial.
  12. Después de bendecido, bendecir.
  1. Cavar hasta encontrar la Fuente.
  2. Decidido, dirigirse a su Destino.
  3. Penetrar con coraje el misterio del trayecto.
  4. Aprender el lenguaje de las estrellas.
  5. En nuestro corazón, jamás dejar que el Sol decline.
  6. Percibirse parte del Infinito.
  7. Tener como única compañía la esencia de las estrellas más distantes.
  8. Olvidar el camino.
  9. Mantener el temple que lleva a la perfección.
  10. No percibir cuando los pies ya no toquen el suelo.
  11. Reconocer, cuando Sirio envíe, a los que estuvieron presentes en el principio.
  12. Sin nombre, sin morada, ser verdadero a los ojos del Gran Cónclave
  1. Abrir camino para los que deben trascender la vida terrestre.
  2. Mediante el servicio incondicional, vivificar el núcleo interno de los sufridores.
  3. Despertar el magnetismo interno.
  4. Transformarse en canal de impulsos espirituales.
  5. Rendirse a un “amor arrebatador”, a una “locura santa”.
  6. No contar con la comprensión humana, ni en sí ni en el semejante.
  7. Ayudar en la expresión de los universos y observar, impasible, la creación y la destrucción de las formas.
  8. Ser fuente de ayuda para el Plan de Rescate.
  9. Colaborar en la redención de la vida planetaria.
  10. Sustentar las corrientes poderosas que llegan en auxilio de la humanidad.
  11. Asumir las energías de los centros primordiales.
  12. Presenciar la revelación de la propia existencia.
  1. Conducirse estrictamente por el camino de la Verdad.
  2. Ordenar la vida basándose en la esencia interna.
  3. Sintonizar con la perfección existente en el interior de cada ser.
  4. Trabajar secretamente.
  5. Servir secretamente.
  6. Vivir secretamente.
  7. Tornarse curador del propio ser.
  8. Observar una precisión impecable.
  9. Ofrendarse al puro equilibrio.
  10. Renunciar a interferir en la evolución de los demás.
  11. Trascender la acción del karma material.
  12. Tener la Sublime Neutralidad como permanente ejercicio.
  1. Llamar a las ovejas por su nombre y conducirlas a pastar.
  2. Hablar sólo lo necesario.
  3. Considerar los cuerpos como templos vivos.
  4. Desconfiar del consuelo, amar lo laborioso.
  5. Preferir ser olvidado a ser tentado.
  6. Entre riquezas, en ellas no detener el corazón.
  7. No ser infiel, ni siquiera en lo pequeño, para después no serlo en lo grande.
  8. Orar y nunca faltar.
  9. Tener presente que, aun distribuyendo los bienes, aun profetizando, aun teniendo fe, sin caridad, nada se estará haciendo.
  10. Ser exactamente lo que se predica.
  11. Ser voz en el desierto.
  12. Ser y hacer incansablemente lo mejor hasta el fin.
  1. No tener hogar. Tener un lugar de paso, mas no un domicilio.
  2. Lanzarse a la vida, mas apenas hacerse notar en lo cotidiano.
  3. Tornar bella la propia presencia, mas sin prolongarla.
  4. Tener compasión, mas sin lamentarse.
  5. Defender, mas sin gesticular, impasiblemente.
  6. Afirmar, mas sin confundirse ni involucrarse.
  7. Advertir, mas sin retrasar.
  8. Golpear, si es necesario, mas sin herir.
  9. Considerar, mas sin mostrar debilidad.
  10. Cuidar atentamente, mas sin incomodar.
  11. Nada temer, mas ser prudente.
  12. Dejar crecer el Espíritu, conscientemente.

Dedicado a todos los que aspiran a una existencia mayor, y a todos los que un día habrán de aspirar a ella.

 

Monasterio